Seamos sinceros, ningún hombre en la tierra o por lo menos
de aquellos que yo conozco, puede ocultar lo que le produce una mujer
espectacular, claro lo puede disimular para que nadie lo note, pero engañarse a
sí mismo, no ninguno.
Yo no podía mentir en lo que ella me hacía sentir, me sudaba
la frente, me temblaban las manos la voz, el corazón se salía, y esa exquisita
mezcla de adrenalina y éxtasis cada que la veía, uff inexplicable, yo no sé si
esto nos pasa a todos, pero si no, tienes que verla para que me entiendas.
Por encima de todos, yo siempre estuve de su lado, creo que
nadie la conoció tanto como yo, más allá de su belleza, más allá de ser un sex
symbol, de ser millonaria, y apetecida por muchos hombres, era un ser humano
como cualquier otro, incluso el ser más frágil que yo he podido conocer.
Y aunque nunca estuve con ella, es decir mis manos jamás acariciaron
su cuerpo, no puedo imaginar lo que hubiera pasado.
A decir verdad, el contacto sexual más cercano que tuve con
ella, fue ese día en que salió desnuda de la ducha como era de costumbre, su
cuerpo era único, no puedo olvidar el lunar cerca de sus senos, su piel blanca
y suave como el satén, su perfecta cintura y su penetrable aroma que aún
conservo en mi mente.
20 años mayor, y se mantenía intacta, a pesar de todo lo que
le ha tocado vivir, tenía toda la alegría que no tiene ninguna otra mujer, ese
destello en su mirada su magnífica
sonrisa y sus ganas de vivir era lo que me mantenían atado a ella.
Despierta idiota…ella hace lo mismo con todos los hombres…
necesita ser amada…los enamora una semana y luego los desecha… abre los ojos
muchacho…sufrirás como nunca... ella es como la cocaína: adictiva y engañosa.
La amare mientras me necesite, es una mujer como cualquier
otra, llena de miedos y de dudas, y yo estaré hay cada segundo mi vida…
Este es el fragmento de la historia más excitante de mi
vida, hace 2 años aquella mujer se quito la vida, aquella mujer que yo decía que
tenía las ganas de vivir, cargo durante 36 años el pasado que le causo la
muerte.